Extracto del libro “¿Serás lo que debas ser? – Un enfoque psicológico para acercarnos a la felicidad”, de Ediciones Urano Argentina. Autor: Lic. Daniel A. Fernández. Disponible en todas las librerías de Argentina y Uruguay.
“Cuando no recordamos lo que nos pasa, nos puede suceder la misma cosa”, dice una preciosa canción de Litto Nebbia. Por cierto, en “Recordar, repetir, reelaborar”, texto de Sigmund Freud escrito en 1914, se puede entrever la misma moraleja. De ahí que uno de los conceptos fundamentales del Psicoanálisis sea la repetición. Pero… ¿qué repetimos? ¿Por qué?
Partimos de la base que aquello de nuestra historia que es inconsciente, y que por ende no recordamos, habrá de influenciar nuestro presente justamente por su condición de no consciente. Podrá camuflarse, tomando nuevos nombres y apariencias, pero se presentará en nuestra vida una y otra vez hasta que resolvamos lo que quedó irresuelto. No se trata más que de la misma piedra que, vez tras vez, se pone a nuestro paso disfrazada para que volvamos a tropezar con ella. De ahí que muchas veces una persona se descubre a sí misma repitiendo en su vida algo que padeció con un vínculo anterior. Y es común escuchar a ese individuo quejándose y diciendo: “Siempre me pasa lo mismo”.
A falta de la máquina del tiempo, ante la imposibilidad de regresar al pasado y procurar resolver determinada situación vincular, puede ocurrir que inconscientemente busquemos revivir aquel mismo conflicto de nuestro pasado con un vínculo nuevo. Así, al jugar nuevamente la misma conflictiva con una nueva persona, de manera indirecta sentiríamos que podemos resolver lo que no pudimos antes. Este es el motivo por el cual, tantísimas veces, encontramos que hay personas que comienzan una nueva relación con quien parece un clon de alguna relación pasada. No tanto por la apariencia física, sino más bien porque se vuelve a tener con esa nueva persona, exactamente, el mismo conflicto que se tuvo con la persona anterior. De hecho, generalmente se observa que esa persona anterior tampoco es la piedra original, sino que dicha piedra puede remontarse incluso al tiempo de nuestra infancia. Me refiero a que podemos estar repitiendo en nuestras relaciones actuales una forma vincular que veíamos entre nuestros padres y que nos afectaba. Incluso podríamos estar repitiendo nuestro propio conflicto en el vínculo que teníamos con uno o ambos progenitores. Las posibilidades son diversas.
El caso es que aquello que de algún modo fue traumático, podemos llegar a repetirlo para intentar encontrarle un desenlace diferente. Desde luego que no tiene sentido repetir, vez tras vez, aquella situación que nunca fue feliz para lograr transformarla y extraer de ella la felicidad. Pero es claro que esto ocurre de manera inconsciente y es claro también que se trata de una trampa. Lo importante es que descubramos cuál es la piedra, cuál es su nombre original, para que así podamos reconocerla pese a los disfraces del presente y evitarla cuando vuelva a presentarse. ¿El pasado irresuelto? A veces, resolverlo significa aceptarlo.
Mira aquí el book trailer del libro «¿Serás lo que debas ser?»:
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