Extracto del libro “¿SERÁS LO QUE DEBAS SER? – Un enfoque psicológico para acercarnos a la felicidad”, de Daniel Alejandro Fernández. Ediciones Urano Argentina. Disponible en todas las librerías de Argentina y Uruguay.
“Serás lo que debas ser o no serás nada”, asegura una famosa frase atribuida al General San Martín. Lejos de pretender entrar en polémica con próceres de nuestra historia, sugiero que nos permitamos ahora reemplazar algunos términos de dicha frase. ¿Por qué? Porque el “deber ser” suele estar vinculado a las obligaciones, a los mandatos, a lo que se supone que tenemos que hacer. Pero… ¿para satisfacer a quién? Si es para satisfacernos a nosotros, tal vez lo que debamos no es otra cosa más que aquello que deseamos. De hecho, si lo que debes ser no es lo que quieres, mejor que no lo intentes o estarás en problemas. Es vital poder establecer una equivalencia entre “deber ser” y “querer ser”. Definitivamente, he aquí una frase que nos acercará mucho más a la felicidad: “Serás lo que quieras ser o no serás feliz”.
Muchos son los que transcurren su vida entera guiados por el deber ser, sin preguntarse siquiera por qué lo hacen ni si es lo que en verdad desean. Abundan los mandatos familiares y sociales y no es sencillo a veces cuestionarlos. Ya desde los primeros años de nuestra infancia fuimos incorporando esos mandatos, por lo cual están muy arraigados en nosotros.
Desde luego que no se trata de ir por la vida sin que nada nos importe, todos tenemos a menudo obligaciones. Y es verdad que cumplir con alguna obligación puede dejarnos cierto grado de satisfacción. Pero esto no significa que nos convirtamos en fanáticos de una autoexigencia desmedida. Todos los extremos son malos y lo adecuado es encontrar el punto medio.
Si la autoexigencia es demasiada, no habrá gran posibilidad para el disfrute. A mayor exigencia, mayor la frustración cuando no hayamos podido concretar nuestra meta. Por ende, también nos llenaremos de autorreproches y nos dominará la culpa. Además, por si esto fuera poco, sucede que haber fracasado tras una elevada autoexigencia nos generará un nivel de malestar que no nos gustará volver a experimentar, razón por la cual tendremos miedo de volver a intentarlo.
Empieza a cuestionar cada uno de los mandatos que durante tanto tiempo rigieron tu existencia. Deja un poco de lado lo que debes y concéntrate más en lo que quieres. Acepta tus limitaciones, perdónate los errores, entiende de una vez por todas que no eres más que un ser humano con todas sus virtudes y falencias. Nunca serás feliz si te conviertes en tu propio dictador. No seas tanto lo que debas, sé mejor quien tú quieras ser. Evita caer en la vieja excusa de que ya eres así y que no puedes cambiar. No importa quién tú hayas creído que eras hasta hoy. La vida tiene una sola dirección: hacia delante. Tal vez ya es tiempo de que comiences a avanzar de otra manera.
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